La vitamina B12 es una vitamina esencial, lo que significa que el organismo no es capaz de producirla por sí mismo. Por lo tanto, debe ingerirse a través de los alimentos.

¿Para qué se utiliza la vitamina B12?

La vitamina B12 es un auténtico todoterreno. Es esencial para el buen funcionamiento de los sistemas inmunitario y nervioso, la formación de glóbulos rojos, la división celular y la producción de energía. En particular, la vitamina B12 contribuye a reducir el cansancio y la fatiga y favorece el funcionamiento psicológico normal.

Se trata de una vitamina versátil que ocupa un lugar especial en el complejo B, ya que el organismo posee considerables depósitos de vitamina B12 que le permiten almacenarla durante un periodo de tiempo más largo. Esta capacidad hace que la vitamina B12 hidrosoluble sea única.

Sin embargo, los signos de una carencia son graduales, ya que los depósitos de B12 no se agotan hasta pasados varios meses o incluso años. Por lo tanto, una carencia sólo puede ser sintomática en una fase avanzada.

Vitamina B12: insuficiencia

Los posibles signos de una carencia de vitamina B12 incluyen una serie de síntomas como debilidad muscular, fatiga, caída del cabello, palidez y trastornos nerviosos. La gama de síntomas es amplia.

El cansancio constante, la fatiga y la falta de energía vigorizante podrían indicar que el organismo no produce suficientes glóbulos rojos. Estos son cruciales para el suministro de oxígeno en el organismo. Una tez pálida también puede deberse a la falta de glóbulos rojos, que a su vez requieren vitamina B12.

La falta de concentración, los estados de ánimo depresivos y los cambios de humor también pueden indicar un suministro insuficiente. El cerebro desempeña aquí un papel fundamental, ya que la vitamina B12 es responsable de una función mental fluida.

¿Cómo se manifiesta una deficiencia?

Una carencia de vitamina B12 puede permanecer asintomática durante mucho tiempo, y los síntomas sólo se manifiestan al cabo de varios años. Pueden incluir entumecimiento, hormigueo en brazos y piernas, pérdida de apetito, ardor en la lengua, bajo rendimiento, bajo estado de ánimo, mareos, problemas de concentración, trastornos del sueño y fatiga. Los estados carenciales avanzados pueden provocar enfermedades graves como problemas cardiovasculares, anemia, demencia y neuropatías.

¿Cómo se produce una deficiencia?

Como el cuerpo no puede producir esta vitamina esencial por sí mismo, debe obtenerse de la dieta. Aunque la vitamina B12 se encuentra en diversos alimentos como la carne, las aves, los huevos, el marisco y los productos lácteos, muchas personas siguen padeciendo una carencia. Dado que las necesidades se cubren principalmente con productos de origen animal, los vegetarianos, los veganos y las personas con una dieta desequilibrada corren especial riesgo de carencia de vitamina B12.

Las personas con mayores necesidades, como las madres lactantes, las mujeres embarazadas y las personas mayores, pueden tener dificultades para cubrir sus necesidades de vitamina B12. Especialmente las mujeres lactantes y las embarazadas que siguen una dieta vegana.

Además, las necesidades aumentan con el estrés físico, mental e intelectual intenso.

Absorción a través de los alimentos

La vitamina B12 sólo se encuentra en los productos ricos en proteínas animales, pero no en la grasa animal. No obstante, es importante subrayar que el consumo de carne u otros alimentos de origen animal no garantiza por sí solo un aporte adecuado.

Incluso con un consumo suficiente de productos animales y la ingesta asociada de vitamina B12, no se puede descartar una carencia. El principal problema suele estar en el intestino.

Si el intestino no funciona de forma óptima, la vitamina B12 no puede absorberse y asimilarse eficazmente. Una posible causa es un trastorno de la absorción debido a la falta de "factor intrínseco", una proteína necesaria para la absorción de la vitamina B12. Además, el consumo excesivo de azúcar, café, alcohol, drogas o determinados medicamentos también puede perjudicar la absorción y utilización.

Absorción de B12: la salud intestinal es crucial

Las vitaminas se absorben en gran medida o incluso se producen en el intestino para abastecer al organismo. Esto también se aplica a la vitamina B12, que se absorbe principalmente en la sección inferior del intestino delgado. Sin embargo, si la función intestinal está deteriorada, la vitamina B12 se excreta en gran parte sin utilizar, aunque se haya absorbido a través del consumo de alimentos de origen animal.

Estas circunstancias hacen que las cantidades de vitamina B12 sean a menudo insuficientes para cubrir el balance de vitamina B12.

La salida a la escasez

Para equilibrar eficazmente el balance de vitamina B12 y evitar daños a largo plazo, el primer paso son los suplementos dietéticos.

Además, una flora intestinal equilibrada es crucial para utilizar de forma óptima la vitamina B12. La reorganización intestinal con probióticos puede ser útil en este caso. Estos pueden promover el equilibrio de las bacterias intestinales y mejorar así la absorción de la vitamina B12.

La ingesta continuada de vitamina B12 es esencial para combatir de forma sostenible su deficiencia de vitamina B12 y garantizar un suministro suficiente a largo plazo.

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